La importancia del silencio para comunicarse y de escuchar para ser escuchado.
¿Cuántas veces tienes delante un interlocutor que habla, incluso te hace preguntas, pero no te da tiempo a responder y sigue hablando?
¿Cuántas veces te ves obligado/a a escuchar un monólogo de una persona egocéntrica?
Aquí, estos son casos que te ayudan a entender lo importante que es el silencio para comunicarse.
Porque está claro que los que no saben escuchar aburren con sus discursos.
Comunícate sin hablar
El diálogo no puede definirse como una conversación sin silencio.
Las personas que están bien juntas, quizá desde hace años, son aquellas que logran dar espacio al silencio para comunicarse, con sus miradas y gestos simples, de manera natural.
Aquellos que no necesitan tener que llenar el tiempo que pasan juntos con palabras a toda costa y, por lo tanto, darse el espacio adecuado, entre ellos.
Saber usar el silencio para comunicarse.
A todo el mundo le gusta ser escuchado, para algunos puede ser una necesidad de satisfacción, de hecho
No es casualidad que existan figuras como el psicólogo, el religioso y el coach personal.
Por lo tanto, para evitar problemas a la hora de expresarse, es necesario dar espacio a los demás, pero también exigir silencio.
El uso inteligente del silencio
Para comunicarse bien, es fundamental utilizar el silencio de forma inteligente, un poco como saben hacer los que componen música.
Si no escuchas con atención y conciencia, no puedes esperar poder dialogar de manera efectiva y llamar la atención del interlocutor.

Aquellos que no escuchan en silencio están enfocados solo en sí mismos, prestan atención solo a sus propias palabras.
El silencio es necesario para dar la bienvenida a los pensamientos y motivaciones de los demás.
Se dice que conecta el cerebro antes de hablar, pero si el cerebro conectado está vacío, porque no tiene nada que reelaborar, porque antes no había silencio para acoger los pensamientos e ideas del interlocutor, es mejor dejarlo fuera, para no pronunciar palabras y frases inapropiadas o vergonzosas.
El silencio es una estrategia de comunicación
Los buenos maestros, los que saben mantener la clase, lo saben bien.
Aquellos que en medio de charlas o discusiones demasiado animadas, en lugar de levantar la voz hasta el punto de gritar, se imponen con silencio y mirada fija.
La clase está desplazada, escuchando… es el silencio la autoridad que ahoga todo ruido.
El silencio es ese momento que desestabiliza al oyente, crea expectación, estimula el sentido del oído para escuchar.
El momento de silencio es el momento en el que una persona se vuelve introspectiva, el momento que puede dar lugar a razonamientos completamente diferentes a los realizados hasta un momento antes.
Hay situaciones en las que el silencio no solo es necesario, sino imprescindible para no arruinar el momento que estás viviendo.
Como la atmósfera casi mágica que se crea entre amantes, capaces de comunicarse solo con gestos y miradas.
El silencio es un elemento esencial en la meditación y la oración y surge espontáneamente ante la maravilla de un paisaje o una obra de arte.
Aprender a callar para comunicarse
Se puede decir con absoluta certeza que es posible utilizar el silencio para comunicarse.
En la base de la comunicación está el silencio; Si no sabes escuchar atenta y conscientemente, no puedes esperar ser capaz de dialogar eficazmente y llamar la atención.
No hace falta mucho para aprender a callar y escuchar, lo más fácil es contar hasta diez antes de hablar… ¿Demasiado obvio? ¿Una frase trillada?
Entonces puedes pensar en asistir a un curso que enseñe las técnicas para comunicarse.
También puedes encontrar los válidos en la red y a menudo son gratuitos.
Si quieres aprender más sobre el tema, el consejo es que sigas por televisión o por internet las emisiones con contenido educativo y cultural, entrevistas, debates y conferencias.
Ciertamente interesante es la lectura de: “El arte de escuchar(te)” de Ismael Cala, publicado por editorial Diana.
Un libro que ayuda a entender lo importante que es la escucha y el silencio para comunicarse, y que enseña cómo hacer que un discurso sea realmente efectivo.