Pronóstico del tiempo
Lluvia: “Precipitación atmosférica que llega al suelo en forma de gotas líquidas con un diámetro superior a unos 0,2 mm, generadas por la coagulación de las gotas y cristales de hielo que forman las nubes“.
10 sombras de lluvia
¿Conoces el diccionario de sinónimos y antónimos? Puedes usarlo si estás cansado de la palabra “lluvia”.
Solo ten en cuenta que si estás buscando un sinónimo de lluvia tendrás que adaptarte a los diferentes matices que conlleva el uso de dichos términos.
Así que echa un vistazo al cielo y luego decide qué palabra es la adecuada para ti.
Así que aquí hay algunos términos un poco más específicos:
Aguacero, chubasco, chaparrón, borrasca, tormenta, tempestad, diluvio, precipitación, calabobos, sirimiri…
Pero, ¿cuánto llueve?
La expresión “está lloviendo” no siempre es suficiente para explicarlo.
A veces necesitamos recurrir a algunos adjetivos. Por lo que podemos decir que la lluvia puede ser:
TORRENCIAL, DENSA, DIVERGENTE, FUERTE, CONTINUA, ASIDUA, INCESANTE, SOMBRÍA, LIGERA, MODERADA…
Pero, ¿qué hace?
Si no tienes un trabajo que tenga que ver con la meteorología, puede sonar un poco extraño decir: “¡Oh, mira! ¡Una precipitación en el lado norte de la casa!”.
Si ese sustantivo no te satisface, puedes sortear el obstáculo y recurrir a los verbos.
Pero, ¿qué hace la lluvia? Pues bien:
CAE, CAE, CESA, ACABA…
También puedes usar solo LLOVIENDO
Si ya no sabes cómo decirlo, hay otras acciones válidas:
LLOVIZNA, CHUBASCO, GRANIZO, TORMENTA…
GOTAS DE VERSOS…
… para di-versos significados
Escuché la lluvia
Pidiendo silencio
¡Qué frágil ardor
Deletreó y murió.
El infinito tendía
Oro y extractos de rojo
perfumando las piedras
de caminos lejanos.
Los sueños me habitaban
Huele a almizcle
cuando el río caudaloso
agitó el océano.
Escuché la lluvia
Pidiendo silencio
¡Cuántas cintas de carreteras
anudó el corazón.
Y la lluvia lloraba
Secado al viento
por encima de los tejados inclinados
de países desolados.
(Alda Merini)
Lloviendo
Lloviendo. Es silencio, ya que la misma lluvia
Hace ruido, pero con calma.
Lloviendo. El ciclo duerme. Cuando el alma es viuda
De lo que no sabe, el sentimiento es ciego.
Lloviendo. Mi ser (quien soy) lo niego…
Tan tranquila es la lluvia que se derrite en el aire
(ni siquiera parecen ser nubes) que parece
que no sea lluvia, sino un susurro
la de sí mismo, susurrando, se olvida.
Lloviendo. No quieres nada…
No hay viento que respire, no hay ciclo que sienta.
Llueve lejos e indistintamente,
como una cosa cierta que nos miente,
como un gran deseo que nos miente.
Lloviendo. Nada en mí se siente…
(Fernando Pessoa)
Lluvia
La lluvia tiene un vago secreto de ternura,
algo de soñolencia resignada y amable.
Una música humilde se despierta con ella
que hace vibrar el alma dormida del paisaje.
Es un besar azul que recibe la tierra,
el mito primitivo que vuelve a realizarse.
El contacto ya frío de cielo y tierra viejos
con una mansedumbre de atardecer constante.
Es la aurora del fruto. La que nos trae las flores
y nos unge de espíritu santo de los mares.
La que derrama vida sobre las sementeras
y en el alma tristeza de lo que no se sabe.
La nostalgia terrible de una vida perdida,
el fatal sentimiento de haber nacido tarde,
o la ilusión inquieta de una mañana imposible
con la inquietud cercana del dolor de la carne.
El amor se despierta en el gris de su ritmo,
nuestro cielo interior tiene un triunfo de sangre,
pero nuestro optimismo se convierte en tristeza
al contemplar las gotas muertas en los cristales.
Y son las gotas: ojos de infinito que miran
al infinito blanco que les sirvió de madre.
Cada gota de lluvia tiembla en el cristal turbio
y le dejan divinas heridas de diamante.
Son poetas del agua que han visto y que meditan
lo que la muchedumbre de los ríos no sabe.
¡Oh lluvia silenciosa sin tormentas ni vientos,
lluvia mansa y serena de esquila y luz suave,
lluvia buena y pacífica que eres la verdadera,
la que amorosa y triste sobre las cosas caes!
¡oh lluvia franciscana que llevas a tus gotas
almas de fuentes claras y humildes manantiales!
cuando sobre los campos desciendes lentamente
las rosas de mi pecho con tus sonidos abres.
El canto primitivo que dices al silencio
y la historia sonora que cuentas al ramaje
los comenta llorando mi corazón desierto
en un negro y profundo pentágrama sin clave.
Mi alma tiene tristeza de la lluvia serena,
tristeza resignada de cosas irrealizables,
tengo en el horizonte un lucero encendido
y el corazón me impide que corra a contemplarle.
¡Oh lluvia silenciosa que los árboles aman
y eres sobre el piano dulzura emocionante,
das al alma las mismas nieblas y resonancias
que pones en el alma dormida del paisaje!
(Federico García Lorca)
GOTAS DE ARTE…
… y obras de autor
El tiempo lluvioso despierta y ha despertado el interés de muchos artistas. A continuación puedes apreciar los trabajos de algunos de ellos.